Muchas veces, nos encontramos un/a gatit@, nos llega de imprevisto y no sabemos qué y cómo hacer con el/ella.
Voy a intentar aconsejaros desde mi experiencia, sobre qué hacer si nuestro amig@ felin@ se queda en casa para darles una buena vida y bienvenida a casa.
Hay muchas cosas que debemos tener en cuenta antes de recibir a un/a gatit@, y más aún si nunca hemos convivido y cuidado a un@. Lo primero que debemos comprender es que estamos ante un/a gat@: no es un perro pequeño, ni es un juguete, y hay que entenderl@ y tratarl@ como tal.
Requiere mucha atención, cuidados y mantenimiento, lo cual implica tiempo (para alimentarl@, cuidados veterinari@s, cepillar, jugar, etc.), por lo que todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo en su llegada.
Si la decisión está tomada… ¡Genial! Ahora hay que ponerse manos a la obra para traer a casa ( o si ya está aquí) al que será nuestro nuev@ compañer@ y acondicionar su vida lo mejor posible.
Si es un/a bebé gatito o adult@.
Si se trata de un/a gatit@ disfrutaremos de esta etapa maravillosa de su vida pero tendremos ante nosotros la responsabilidad de su educación, algo muy importante para nuestra convivencia futura (trataremos más a fondo los cuidados de un/a bebé gatit@ en otro artículo).
Sin embargo, si es un/a gat@ adult@, a pesar de perdernos esos divertidos primeros meses de su vida, también tiene sus ventajas, ya que no son tan inquietos como los pequeños y suelen venir con las cosas básicas aprendidas, si han convivido en casa con otras personas, animales, aunque también tendremos que educarle a las costumbres de su nuevo hogar. Por otra parte: ¡muchos de ellos también necesitan una oportunidad para que les vuelvan a querer!
PREPARANDO LA LLEGADA
Antes de traer el/la gatit@ a casa, debemos adquirir ciertas cosas básicas, que aquí en Dardipet disponéis de todo:

Hay que cepillar el pelaje a contrapelo y con suavidad para eliminar los pelos muertos. En l@s gat@s de pelo corto, cepillarles una vez a la semana es suficiente, pero en los de pelo largo o semilargo, la frecuencia debe ser mayor, incluso a diario en época de muda.
– Alimento. La alimentación de nuestr@ compi felin@ es fundamental. Hay que tener en cuenta que un/a gat@ no debe comer el mismo alimento durante toda su vida. Lo más indicado es proporcionarle un alimento seco de buena calidad, y no mezclarlo con nada más (salvo que sea necesario), ya que están formulados para cubrir las necesidades nutricionales.
Cuando tienen menos de cuatro meses debemos darl@ una comida para gatitos bebés, con la croqueta adaptada a sus minúsculos dientes.
De los cuatro a los doce meses se encuentran en su segunda etapa de crecimiento, y la composición del alimento debe estar adaptada a esta fase, así como el tamaño de la croqueta.
A partir del año, deben comer un alimento para gat@s adult@s y tener en cuenta si están castrad@s o no, ya que sus necesidades varían.
– Un comedero. Los gatos prefieren los comederos de porcelana o de cristal a los de plástico, porque los segundos se pueden impregnar de olores, algo que detesta cualquier gato. Si el gato no tiene sobrepeso lo más conveniente es dejarle el alimento a su libre disposición, ya que él/la sabrá autorregular su ingesta a lo largo del día ( salvo que no sea así, se lo regularemos nosotr@s)
– Uno o varios bebederos. Al igual que ocurre con el comedero, a l@s gat@s no les gustan los recipientes de plástico. Es recomendable poner, al menos, dos bebederos en distintas partes de la casa, para evitar que nunca le falte el agua, algo fundamental para su supervivencia. Algun@s gat@s les encanta jugar con el agua y hay que prevenir que tiren los bebederos y se queden sin agua a su disposición.
– Malta. La malta es un producto que se emplea para evitar la formación de “bolas de pelo” en el intestino del/la gat@. Cuando el/la gat@ se asea, ingiere gran cantidad de pelo, siendo más evidente en los gatos de pelo largo.
Por ello, y haciendo hincapié en la época de muda, debemos proporcionar a nuestr@ compañer@ felin@ malta, además de un alimento específico para evitar este problema, ya que estas bolas de pelo pueden llegar a producir obstrucciones intestinales.
– Cama. Aunque, a diferencia del perro, l@s gato no utilizará esa bonita cama que compremos para él, ninguna gatifamilia se resiste a hacerse con este bonito complemento, por si algún día quiere hacernos felices y echarse una siesta en ella, dejando, por un momento, su sofá, su (nuestra) cama, el armario o ese sitio curioso donde acostumbra a dormir.

Espero que os ayude y por favor, si tenéis alguna duda, que tengáis un/a gatit@ bebé recién encontrad@ o llegad@ a casa, adult@, lo que sea, no dudéis en preguntarme y en lo que pueda, os ayudaré.